domingo, 20 de junio de 2010

¿Sobro?

Sí, quizás sea eso.

Gracias por avisar, no, mejor: por no avisar. Así se entiende mejor.

La amistad no se basa en palabrería inerte. No sé si luego querré estar en un lugar donde no me quieren.

viernes, 11 de junio de 2010

Miedo



Claro que tengo miedo. Tengo miedo a fallar ahora que estoy tan cerca. Tengo miedo a no ser suficientemente buena si lo consigo. Tengo miedo a pensar que después no me guste. Me aterroriza pensar, que, quizás, en un futuro, eso no sea para mí, no sea la vida que me haga feliz. Pero más miedo tengo de llegar a saberlo nunca. De ni si quiera poderlo intentar. Tengo miedo a toda la ristra de decepciones y sueños rotos que vendrán después y el vacío que provoca tener que construir mi vida de nuevo.

Voy a luchar hasta el final, pero el final está aquí al lado, lo rozo con los dedos, casi lo puedo tocar. Lo huelo y él huele mi miedo. Lo que me espera estos lunes, martes y miércoles, va a decidir mi vida. Va a decidir el que yo tenga que decir adiós a mi sueño o a la gente que más quiero. Lejos de los más puros sentimentalismos, de las amistades utópicas y demás ñoñerías, existe una alta probabilidad de que si no salen las cosas como deberían lo que haré será seguir soñando, pero con otra cosa. Me tocará buscarme las mañas para salvar el mundo de otra manera. ¿Cómo? Aún no lo sé…

Quiero demostrarme a mi misma que puedo ser quien quiero ser, pero Murphy se cruza una y otra vez en mi camino y los obstáculos crecen. Ya no tengo ni fuerza ni ganas de continuar en dos batallas perdidas: la de mi futuro y la del mundo. Soy una vieja aburrida que ha perdido todo el sentido que tenía.

Sólo tres días, y sigo teniendo miedo...