sábado, 19 de febrero de 2011

Bonica y redondica.

La luna está en el cielo, alzada, llena, redonda y clara: toda marcadita de huellas de añoranza. Y yo la miro desde la cama e imagino mentiras que nunca acaban. Mentiras como que estás conmigo, que te devuelvo el alma, como que la luna no se apaga.

Y miro alrededor, aquí, desde mi cama para terminar abrazada a la almohada. Sólo puedo taparme con la sábana; se acabará el imaginar cuando llegue la mañana.


Para cuando me he querido dar cuenta, ya han pasado cuatro años desde que te echo en falta. Seguiré mirando las estrellas.

viernes, 11 de febrero de 2011

Relojes Swatch.

Me encanta el sonido de los relojes Swatch: Siempre eres consciente del paso del tiempo.

Recordé tu frase mientras se consumía, muy poco a poco, mi última barra de incienso. Se consumía a la par que lo nuestro.

El tiempo importa, las historias importan, los abrazos también.

La vida es como un buen libro en el que la trama marca más que el desenlace final. Como un polvo agotador, dónde lo sublime se da al principio y el último éxtasis no es más que un complemento. Es como hacerse el amor a uno mismo todos los días. Es como llevar chaqueta por la mañana y quitártela a medio día.

Esto no es como hacer el amor, es como jugar a que lo hacemos.

Me importará cuando nuestra pequeña relación –de tres, como los dos sabemos- se termine, pero qué divertido está siendo el resto.

No olvidaré tu barba ni tus ojos azules, esos en los que tengo tendencia a perderme siempre que tengo oportunidad. Has llegado tarde al decirme que no me encariñe demasiado de ti.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Plato frío.

Ahora. Ahora yo puedo dejar de ser el títere y manejar los hilos. Ahora que podría 'vengarme'...ya ni me apetece. Hoy me releo a mi misma: 'No sé si luego querré estar en un lugar donde no me quieren'. Ahora sí lo sé: Definitivamente no quiero estar.

Y es que no me importa sonreír por los buenos momentos, los recuerdos, las experiencias, en serio, los disfruto, pero por ahora no me interesa seguir escribiendo nuestra historia. Todo eso no me sirve de nada después de estos meses de vacío absoluto y cuentos de terror.

Gracias por no haber estado cuando más nos hemos necesitado entre todos. Gracias por no haber estado cuando más os he necesitado. Gracias, gracias por haber dejado que otra gente increíble entre en mi vida, y de la que de otra manera no hubiera podido.

Hay días en los que os echo de menos y otros en los que ni tan siquiera os recuerdo.

Esta noche cierro vuestro capítulo.