sábado, 19 de febrero de 2011

Bonica y redondica.

La luna está en el cielo, alzada, llena, redonda y clara: toda marcadita de huellas de añoranza. Y yo la miro desde la cama e imagino mentiras que nunca acaban. Mentiras como que estás conmigo, que te devuelvo el alma, como que la luna no se apaga.

Y miro alrededor, aquí, desde mi cama para terminar abrazada a la almohada. Sólo puedo taparme con la sábana; se acabará el imaginar cuando llegue la mañana.


Para cuando me he querido dar cuenta, ya han pasado cuatro años desde que te echo en falta. Seguiré mirando las estrellas.

1 comentario:

  1. Los momentos de soledad pueden ser los únicos con los que puedas sentirte en paz contigo, aprovéchalos para decirte a ti misma lo que no te atreverías estando en compañía. <¡>

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