lunes, 11 de febrero de 2013

¿Quién teme al lobo feroz?

En ese montón de basura literaria estaban mis ideas, sentimientos, pensamientos y reflexiones del mundo que me rodea... todo aquello que necesitaba quedarme para mí y sólo para mí. Desde que perdí mi diario me siento desnuda, expuesta. Tan vulnerable como vacía de ideas.

Perdida, desesperada, incompleta.

Temerosa, impotente.

Mi lobo feroz ha vuelto y esta vez bajo una apariencia que no me tenía acostumbrada, mi lobo feroz vuelvo a ser yo misma. Me encuentro acorralada entre yo y yo y esta vez no sé a dónde ir, ya no sé si vale la pena.






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